Una Itako (イタコ) es una medium ciega originaria de la región de Tōhoku (al norte de Japón) que tradicionalmente han practicado la adivinación y la comunicación con los muertos.
Históricamente, se cree que han existido desde el siglo XVII y se concentran en la región de Tōhoku, en el norte de Japón.
Las Itako se entrenan para comunicarse con los muertos a través de un ritual de entrenamiento conocido como «Nakanai«.
Durante este ritual, las Itako pasan varios días en una choza en la montaña, aisladas de la sociedad, donde ayunan y meditan en un esfuerzo por abrir su «tercer ojo» y mejorar sus habilidades de comunicación espiritual.
A pesar de que son ciegas, las itako deben aprender las escrituras obligatorias de memoria.
En el entrenamiento para la iniciación, la purificación austera es obligatoria para conseguir un estado extremo con la mente.
La aprendiz de itako debe vestir un kimono blanco cien días antes de la ceremonia. Se supone que viste como una novia para indicar que se casará con una deidad.
Los ritos incluyen soportar agua fría sobre su cuerpo en lugares al aire libre, habitualmente en medio del frío del invierno, donde ella debe practicar sus cantos.
A las aprendices no les está permitido dormir y el consumo de comida es mínima.
Tres semanas antes de la ceremonia, no se le permite comer cereal ni sal ni carne y debe evitar el calor artificial.
Ritual para entrar en trance
Una vez que han completado su entrenamiento, las Itako son capaces de comunicarse con los muertos a través de un ritual que implica la utilización de una serie de objetos, incluyendo un tambor y una campana.
Durante la sesión, la Itako entra en un estado de trance y se comunica con los muertos a través de un lenguaje único y ritualístico.
La ceremonia es acompañada con sonidos continuos de tambores y campanas que ayudan a la aprendiz de itako a conseguir la concentración requerida para lograr un trance.
Las viejas itakos se sientan alrededor de ella y asisten en el canto; la ceremonia puede durar varios días hasta que la aprendiz logre alcanzar el estado de trance.
Una vez logrado, la itako maestra determinará qué deidad tomará a la aprendiz.
Se dice que si una aprendiz no logra el contacto con su ser espiritual, se le obliga a suicidarse.
Una tradición en extinción
En la actualidad, las Itako están en peligro de extinción debido a la falta de interés en la práctica y el envejecimiento de las existentes.
Sin embargo, todavía hay algunas Itako activas en la región de Tōhoku, y algunas personas todavía buscan sus servicios para ayudar a comunicarse con los muertos.
Dos eventos anuales en los que aún es posible comunicarse con los muertos a través de las Itako son los festivales Osorezan Taisai y Osorezan Akimairi.
Entre los japoneses es famosa por su naturaleza y su gastronomía.
Pero además esconde muchos secretos que resulta fascinante descubrir por lo que es una de las regiones más interesantes y más recomendables para descubrir el Japón más oculto.
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Hay un lugar en Japón en el que puedes hablar con los muertos e incluso enviarles una carta al más allá. Un lugar considerado la puerta al infierno. Se llama Osorezan y es uno de los tres montes más sagrados de Japón.