Ayer nos decidimos a ver una película que hacía casi un año que acumulaba polvo en nuestra estantería: “Memorias de una Geisha” (“Memoirs of a Geisha“, 2005), un film basado en la novela del mismo título.
Sinopsis
La protagonista, Chiyo, y su hermana mayor, Satsu, viven en Yoroido, un pueblo a las orillas del Mar de Japón.
Son vendidas por su familia a una famosa okiya (casa de geishas), Nitta, por lo que son conducidas a Gion por un hombre llamado Beku.
All legar allí, la dueña de la casa decide que, por su belleza, solo Chiyo puede llegar a geisha, por lo que Satsu es vendida a un burdel.
Chiyo se ve obligada a superar el trauma de ser separada de su hermana y a hacerse amiga de otra chica, Calabaza, que vive también en esa okiya, con la esperanza de hacerse maiko y, posteriormente, geisha.
Debido a sus inusuales ojos, de color azul grisáceo, Chiyo está destinada a ser una geisha.
Hatsumomo, la única geisha actual de la okiya, se convierte en la pesadilla de Chiyo, debido a las continuas vejaciones y maquinaciones para degradar la imagen de la niña en la okiya.
Al final, por culpa de la maldad de Hatsumoto, Chiyo queda reducida al papel de sirvienta, perdiendo sus posibilidades de convertirse en geisha.
Un fallido intento de fuga le hace ver que ese es el único futuro que le espera.
Su breve encuentro con el próspero y benevolente señor Presidente (Ken Watanabe) consigue cambiar su suerte.
Éste le indica que tiene que sonreir y ver el lado bueno de la vida, a la vez que le obsequia con un helado y algunas monedas que la joven Chiyo destina a oraciones en vez de gastarlo en comida.
Algún tiempo después, Chiyo consigue llamar la atención de la geisha con más éxito en Gion, Mameha, a la que Hatsumomo desprecia porque la supera en cada aspecto y a la que no puede vencer, porque Mameha ha obtenido su independencia como geisha, mientras que Hatsumomo aún no.
Mameha adopta a Chiyo como maiko (hermana menor) y la prepara para competir contra Hatsumomo.
Cuando Chiyo inicia su aprendizaje junto a Mameha recibe un nuevo nombre: Sayuri.
Sayuri y Mameha acaban completamente con la reputación de Hatsumomo, que es expulsada de la okiya.
En sus primeras salidas ya como maiko, Sayuri vuelve a encontrarse con el señor Presidente, pero no consigue acercarse a él tanto como quiere.
Es Nobu quien salva a Sayuri de la dureza de la guerra hasta que Gion pueda recuperar su antiguo esplendor.
El inicio de la Segunda Guerra Mundial supone un nuevo reto para Sayuri…
Nuestra opinión
La película, aunque de metraje algo más largo de lo habitual, mantiene un ritmo agradable que permite verla del tirón sin tener la sensación de ser tan larga.
Preciosas localizaciones de rodaje
Para nosotros, destaca positivamente la selección de localizaciones del rodaje (muchos de ellos nos traen, además, recuerdos de nuestros viajes a Japón), si bien, a veces llega a transmitir una imagen extraordinariamente barroquizada del país, además de la profusión de topicazos nipones.
Entre los lugares elegidos, el más famoso es el santuario Fushimi Inari Taisha (Kioto) y su famoso túnel de puertas torii rojas.
Por otro lado, el barrio de geishas del film o Hanamachi está inspirado en el barrio de Gion (Kioto).
Producto de Hollywood
No obstante, conviene recordar que se trata de un producto hollywoodiense, por lo que no es raro que se abunde en la imagen estereotipada de Japón.
Ese mismo motivo puede ser la explicación (porque no encontramos otra) de que la gran mayoría de actores ¡¡no sean japoneses!!.
Muy buena documentación y ambientación
Por lo demás, las costumbres japonesas, el ambiente de esa década (los años 30 y 40), el vestuario y los lugares (amén de una pequeña colección de términos japoneses que pueden despistar al no iniciado en la cultura nipona) nos ha causado una buena impresión.
La verdad es que la historia es muy interesante, algo lógico si tenemos en cuenta que no se trata de un burdo guión de Hollywood, sino de una novela de cierta fama.
El desconocido y secreto mundo de las geishas
Si te interesa profundizar en el mundo de las geishas, puedes encontrar mucho información valiosa en nuestra Sección especial sobre las geishas y maikos.
Allí podrás descubrir que actualmente aún se celebran festivales de danzas de geishas como en el que participa Sayuri en Kioto, así como conocer dónde viven en la actualidad por todo Japón.
En resumen, “Memorias de una Geisha” es una buena película para disfrutar con tranquilidad (y una buena taza de té verde), así como una buena manera de introducirse en la cultura japonesa, pero solo si no se conoce nada de ese lejano país.
Si se quiere profundizar, desde el punto de vista cinematográfico, en esa cultura, recomendamos cine patrio, de autores como Akira Kurosawa o Yasujiro Ozu.
Cultura japonesa
¿Te atrae la exótica y desconocida cultura de Japón?
No te pierdas nuestra sección especial:
Fotos extraídas de la web screenmusings.org donde pueden encontrarse muchos más bellos fotogramas de este film.
Artículo publicado en nuestro anterior blog el 9 de septiembre de 2009 y publicado nuevamente aquí.