El templo Tōfukuji (東福寺), situado al sur de Kioto (en el distrito de Higashiyama), a medio camino entre la estación de Kioto y el santuario de Fushimi Inari, suele pasar desapercibido para los turistas occidentales.
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Sin embargo sus muros esconden un impresionante jardín interior abarrotado de arces que, al llegar el otoño, crean un mar de tonos rojos y dorados que el visitante no olvida jamás.
El nombre de Tōfukuji está formado por la suma del nombre de dos enormes templos de Nara.
Es uno de los Kyoto Gozan o «cinco grandes templos zen de Kioto», junto con Tenryūji, Shōkokuji, Kenninji y Manjuji.
Un gran complejo de budismo zen
El gran complejo de Tōfukuji cuenta con varias zonas diferenciadas.
Antes de entrar al templo Tōfukuji, se pueden ver diferentes edificios, algunos de los cuales han permanecido sin cambios desde su construcción durante el período Muromachi (1336 – 1573).
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Entre esas construcciones destaca la majestuosa puerta Sanmon (三門), clasificada como tesoro nacional.
Con sus impresionantes 22 metros de altura, actualmente es la puerta más antigua conservada de su tipo.
Por otro lado, el corazón de Tōfukuji (o, al menos, de su belleza y popularidad) es su jardín Hojo, un jardín japonés que data de 1939 (diseñado por Shigemori Mirei).
Un lugar para disfrutar del momiji
Sin embargo, para los turistas asiáticos, Tōfukuji es, sin duda, uno de los lugares más espectaculares para disfrutar de los colores del otoño (momiji) en Kioto y alrededores.
Recuerdo con mucho cariño nuestro primer viaje a Japón, que comenzó en la alocada y ruidosa metrópolis de Tokio.
Días después cuando viajamos hasta Kioto, esperábamos encontrar un ambiente más tradicional y sosegado.
Nunca olvidaremos el ambiente sosegado de Tofukuji.
Su atmósfera de pueblo, que parecía salida de una película de Studio Ghibli, nos enamoró y, aunque por entonces no eran todavía fechas para disfrutar del momiji, nos prometimos volver.
Una promesa que cumplimos años más tarde, acompañados de una amiga.
El jardín de arces de Tōfukuji
Aunque los terrenos del templo se redujeron considerablemente con el tiempo, Tofukuji aún muestra testimonios de cada período, gracias a múltiples restauraciones y nuevos jardines.
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En el recinto del templo Tōfukuji hay unos 2.000 arces que adquieren un tono rojo espectacular en otoño (de mediados de noviembre a mediados de diciembre), salvo diez de ellos, que se dice que proceden de China y cuyas hojas con forma de tridente adquieren un color amarillo intenso en otoño.
Este templo también cuenta con un conjunto de cuatro jardines zen (karesansui) diseñados por Shigemori Mirei en 1939.
Están colocados en cada punto cardinal alrededor del pabellón más tranquilo.
Un lugar ideal para descansar antes de continuar la visita a otros templos de la antigua capital (aunque en la época del momiji es tal la afluencia de público que no es lo relajante que se desearía).
El puente Tsūtenkyō
La vista más popular es la del puente Tsūtenkyō, que se extiende por un terreno lleno de arces.
Se trata de un puente de estilo rōkyō (廊橋), es decir, es un largo corredor cubierto construido en el siglo XIV que recuerda al del santuario Heian de Kioto.
Las vistas desde el interior del puente son espectaculares en otoño.
Por ese motivo este puente, que consiste en una pasarela cubierta de 100 metros de largo, se llena de gente cuando los colores alcanzan su punto máximo, generalmente durante la segunda mitad de noviembre.
El enorme templo Tōfukuji cuenta con zonas de entrada libre y dos en las que hay que pagar.
Una de esas dos es el puente Tsūtenkyō y puedo asegurar que merece mucho la pena pagar por ello en noviembre.
Además, Tōfukuji está lleno de impresionantes jardines, destacando algunos con forma de tablero de ajedrez y otros de arena y piedra al más puro estilo zen.
A imagen y semejanza de Nara
Fundado por el poderoso clan Fujiwara, el nombre de Tōfukuji (東福寺) fue ideado como tributo a dos grandes templos de Nara, de los que derivan sus caracteres kanji: Tō (東) de Tōdaiji y Fuku (福) de Kōfukuji.
El motivo es que este templo se proyectó con la idea de ser el más grande de Japón, basándose en los más grandes de la época, situados en dicha ciudad: el Kōfukuji (con una pagoda muy alta) y el Tōdaiji (que alberga el Buda gigante).
Breve historia del templo Tōfukuji
Tōfukuji fue fundado en el año 1236 por el canciller imperial Kujō Michiie, quien nombró sacerdote fundador al monje Enni, que había estudiado el budismo zen Rinzai en China.
Aunque el templo quedó casi totalmente destruido por un incendio, fue reconstruido en el siglo XV según los planos originales.
El tamaño del templo se redujo considerablemente de 70 edificios a 25 durante la era Meiji debido al Shinbutsu bunri.
En 1881, otro incendio destruyó muchos de los edificios importantes del templo, como el salón principal, el Hōjo, el Hattō y la estatua del Buda Sakyamuni.
Tanto la sala principal como el Hattō se reconstruyeron en 1917, y una nueva estatua del Buda Sakyamuni se trasladó más tarde al templo en 1934.
Como dato histórico curioso, los terrenos de Tōfukuji fueron requisados durante la guerra Ruso-Japonesa (1904-1905) para utilizarlos como campo de prisioneros de guerra para los rusos.
Tōfukuji, un barrio con mucho encanto
Este templo está situado en un pequeño y precioso barrio a tan solo unos minutos en tren desde la estación de Kioto.
Desde su pequeña estación de pueblo (generalmente con estudiantes esperando a tomar el tren) hasta sus calles están llenas de encanto.
Por eso, recorrer las calles del barrio al atardecer es una experiencia preciosa e inolvidable también.
Consejo
Te recomiendo visitar muy pronto por la mañana el santuario Fushimi Inari Taisha para evitar la masificación de turistas, y después viajar a Tōfukuji en tan solo unos minutos.
Cómo llegar a Tōfukuji
La manera más sencilla y rápida de llegar hasta este templo es tomar un tren de la línea JR Nara desde la estación de Kioto.
Tanto el tren local como el rápido tardan tan sólo 3 minutos, puesto que es la primera parada después de Kioto.
También es posible viajar con la línea JR Keihan Honsen (Keihan Main Line) hacia Fushimi Inari bajando en la estación Tōfukuji (東福寺) y desde allí caminar unos 8 minutos.
Existe una manera de ir en autobús, pero no es recomendable.
Horario de apertura del templo
El templo Tōfukuji está abierto todos los días del año
- de 9:00 a 16:30 de abril a octubre
- de 8:30 a 16:30 de noviembre a principios de diciembre
- de 9:00 a 16:00 de principios de diciembre a marzo
Se permite entrar hasta media hora antes del cierre.
Precio de la entrada
La entrada cuesta 400 yenes (los menores pagan algo menos). Si se desea visitar el jardín Hojo hay que pagar un suplemento de otros 400 yenes.
En otoño existe una entrada combinada para visitar el jardín Hojo, el puente Tsutenkyo y el jardín Kaisando.
Página web oficial: www.tofukuji.jp
Itinerario de un día por tres joyas de Kioto
Con la línea JR Nara, desde la estación de Kioto, es posible visitar en el mismo día el famoso santuario Fushimi Inari Taisha, el templo Tōfukuji y el templo Byōdōin de Uji.
A tan solo una parada de tren se puede llegar en muy pocos minutos al famosísimo santuario Fushimi Inari Taisha.
Por ello, es un estupendo plan, sobre todo en noviembre, visitar primero Fushimi Inari Taisha y después ir paseando relajadamente hasta Tōfukuji, lejos de las multitudes de turistas.
También puedes sustituir la visita a Uji por una visita al enigmático templo Sanjūsangendō y continuar por más lugares de interés en el distrito de Higashiyama.
Esta línea es gratuita si dispones de JR Pass.
Higashiyama, el corazón de Kioto
El distrito de Higashiyama es un área encantadora y llena de historia que vale la pena visitar para experimentar la cultura y la tradición japonesa.
Este tradicional distrito es uno de los más apreciados por los viajeros por su arquitectura tradicional, sus magníficos templos y sus calles empedradas donde se concentran numerosos restaurantes tradicionales, cafés y tiendas de artesanía.
Los mejores lugares de momiji en Kioto
Si viajas a Kioto en otoño, te recomiendo incluir este lugar en tu itinerario.
Aquí puedes ver una lista de los lugares más bellos e impresionantes de Kioto en otoño:
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