El misterio de los monjes budistas Sokushinbutsu o la automomificación en vida

Por la profunda fe en la vida eterna, algunos monjes budistas practicaron la automomificación a través de un terrible ritual

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Muy poca gente sabe que en Japón existió la automomificación, conocida como Sokushinbutsu, es decir, momias budistas.

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La automomificación budista en vida o Sokushinbutsu, practicada mayoritariamente en la prefectura de Yamagata por los ascetas del shugendo, es una faceta muy desconocida de Japón.

La automomificación en vida o «Sokushinbutsu» es una antigua práctica ya prohibida y en desuso.

Una costumbre que muestra una cara oculta y muy desconocida de Japón que el viajero habitual no espera descubrir.

Aunque resulta repulsiva para muchos occidentales, tras de ella se esconde una fe muy profunda en el más allá y en la trascendencia del alma.

Un descubrimiento escalofriante

Hace mucho tiempo, buscando información sobre la desconocida y oculta prefectura de Yamagata, me topé por casualidad con algo que me puso los pelos de punta y despertó todo mi interés.

Por ese motivo continué investigando y leyendo más sobre ello, con la intención de visitar algunos de los lugares relacionados en nuestro siguiente viaje a Japón.

Lo que descubrí fue la extraña y espeluznante tradición de la auto-momificación o Sokushinbutsu.

Una costumbre practicada por algunos monjes budistas pertenecientes a la antigua tradición mística espiritual del Shugendō.

Todo lo que voy a narrar es un relato de la experiencia que vivimos en esta zona de Japón fruto de muchos días de investigación para conocer este oculto y desconocido rito.

Viaje por el Japón oscuro y misterioso

Las montañas de la prefectura de Yamagata son consideradas sagradas por los budistas de esta región del país y el Japón oculto por el resto de japoneses.

De hecho, es aquí donde se encuentran las Tres Montañas Sagradas de Dewa o Dewa Sanzan.

Una ruta de peregrinación mística que atraviesa algunos de los lugares más impresionantes de Japón.

Lugares como el Monte Hagurosan, que representa precisamente el nacimiento en la fe del sistema de creencias religiosas conocido como shugendō, del que luego hablaré.

Japón. Ruta de peregrinación Dewa Sanzan. Monte Haguro (Hagurosan). Bosque de arces y sendero de piedra. 2446 escalones. Senderismo. Ruta a pie

Estos sitios sagrados se encuentran en lugares boscosos y algo apartados, con escasa población y donde lo único que te encuentras es algún que otro templo budista semi escondido.

En nuestro viaje para conocer más sobre las Sokushinbutsu diseñamos una ruta que va más allá del turismo convencional y que atravesaba lugares muy escondidos de la prefectura de Yamagata.

Descubre la prefectura de Yamagata

Tal vez fue autosugestión, pero en todo momento tuvimos la sensación de estar visitando lugares misteriosos, en los que el tiempo se ha detenido.

Lugares en los que reside el Japón secreto.

El shugendō

El Shugendō (修験道) es una antigua práctica surgida en el Japón anterior a la época feudal y procedente de la tradición místico-espiritual.

Literalmente puede traducirse como “el camino de la disciplina y la prueba”.

El Shugendō integra creencias y filosofías del sintoísmo y del animismo así como elementos del taoísmo y el budismo esotérico japonés (Shingon).

Sin embargo, no debe confundirse con una religión en sentido estricto y menos aún con una secta de budismo sincrético.

Ruta Dewa Sanzan: monte Yudono o Yudonosan. Monje asceta Yamabushi en peregrinación.
Foto: tohokudiary.blog.jp

Vida ascética

El objetivo supremo de los practicantes de shugendō es llegar a la iluminación, un estado espiritual y mental en el que la persona se une a los dioses (kami, 神).

Por ello, las metas del Shugendō son el desarrollo de la experiencia, el poder espiritual personal y la paz.

Para ello es necesaria la experiencia natural a través de la vida ascética (en las montañas).

Ello permite llegar al entendimiento profundo de la relación entre el ser humano y la naturaleza o «despertar» tras la meditación.

Los practicantes del Shugendō creen que ese «despertar» se consigue comprendiendo la relación entre el ser humano y la naturaleza.

Los yamabushi

Para ello, los yamabushi (山伏, «adoradores de la montaña«), que es como se conoce a los practicantes del Shugendō, practican una vida ascética en las montañas.

Su objetivo es conectar con los kami (deidades del sintoísmo).

Su símbolo es habitualmente el cuervo y el ser mitológico con el que se relaciona a estos ascetas es el tengu (天狗).

Los tengu son unos seres sobrenaturales («yokai«) que se cree que tienen poderes sobrenaturales por su naturaleza de dioses.

Aquí puedes conocer todos los detalles sobre los tengu:

Tengu: los dioses cuervo

En 1613 en el periodo Edo, durante el Shogunato Tokugawa, se aprobó una ley que obligaba a los templos shugendō a convertirse en templos Shingon o Tendai.

Así ha llegado hasta nuestros días.

El shugendō es practicado principalmente por los seguidores de las sectas budistas Tendai y Shingon.

Aún existen yamabushi, pero sus costumbres han sido actualizadas a la vida moderna.

Festivales de Japón: el Aoba Matsuri de Kioto, un festival celebrado por los monjes ascetas yamabushi practicantes de shugendo
Aoba Matsuri

La búsqueda de los poderes sobrenaturales

Sus entrenamientos buscan actualizar sus poderes espirituales formándolos mediante duras pruebas y rituales de coraje y devoción conocidas como shugyō (修行).

El primer objetivo de los nuevos yamabushi es perder el miedo a lo desconocido.

Por eso realizan largas caminatas de peregrinación (generalmente recorriendo la ruta de las Tres Montañas de Dewa o Dewa Sanzan).

allí realizan escalada de montaña sin medidas de seguridad, la meditación bajo cascadas de agua helada o caminar descalzo sobre brasas (ritual Hiwatari Sai, 火渡り祭) para aprender a ignorar las limitaciones del cuerpo.

Aquí puedes ver un documental grabado por Fritz Schumann en el que se sumerge en la vida de los monjes yamabushi. Realmente interesante:

Sokushinbutsu, las momias budistas vivas de Japón

El término japonés Sokushinbutsu (即身仏), que es como se denomina a esta práctica, se traduce literalmente como «llegar a ser un Buda en vida» o «Buda viviente».

Esta práctica (siniestra a los ojos de los occidentales) procede de los orígenes del budismo Shingon.

El origen: la no-muerte de Kōbō Daishi

Kūkai (空海), el famoso monje, erudito, poeta y artista japonés vivió entre los años 774 y 835 de nuestra era, más conocido tras su muerte como Kōbō Daishi (弘法大師).

Fue el creador de los silabarios japoneses kana y fundador del budismo Shingon.

Según las creencias de la escuela Shingon de budismo esotérico japonés, Kūkai no llegó a morir realmente.

Según se afirma en una biografía de Kūkai aparecida en el siglo XI, en el año 835 el monje no murió realmente, sino que se arrastró hasta su tumba.

Allí entró en un estado conocido como nyūjō (入場), un estado de meditación tan profunda que, aunque inerte, realmente sigue vivo.

De hecho, según esa misma biografía, Kūkai descansa en un mausoleo llamado Kōbō Daishi Gobyō.

Este mausoleo se encuentra en lo más profundo del cementerio Okunoin en la cima del Monte Koya o Koyasan.

Viajar al Monte Koya o Koyasan: cementerio Okunoin. Tōrōdō (燈籠堂) o sala de los faroles. Nieve en invierno
Mausoleo de Kōbō Daishi (monte Koya)

Se dice que saldrá de ese estado tras algo más de cinco millones de años para conducir a un número determinado de almas al nirvana.

Varios siglos de intentos fallidos

Durante años se han realizado diversas investigaciones de universidades de prestigio, tanto japonesas como de otros países.

Según parece, a mediados del período Heian, a partir del año 1081, numerosos monjes budistas ascetas de las montañas, especialmente de Yamagata y Niigata, pertenecientes a la secta Shingon, decidieron emular a Kōbō Daishi.

Para ello llevaron a cabo una práctica de automomificación en vida llamada Sokushinbutsu, basada en un casi absoluto ayuno voluntario y la meditación profunda.

Estos monjes, practicantes del Shugendō, se momificaban a sí mismos en vida porque creían que su no-muerte era un acto de salvación para toda la humanidad.

Así era su pasión por la pureza, la trascendencia y la vida después de la muerte.

Automomificación Chukai Shōnin, momia japonesa Sokushinbutsu consagrada en el templo Kaikoji (Sakata, Yamagata)
Automomificación o sokushinbutsu Chukai Shōnin del templo Kaikoji (Sakata, Yamagata)

Entre los años 1081 y 1903 se sabe que al menos 16 monjes en Japón consiguieron momificarse a sí mismos.

Tal vez ese número fue superior pero no se han encontrado restos aún.

El origen

El primer intento de automomificación en vida (Sokushinbutsu) del que se tiene constancia escrita tuvo lugar en el año 1081.

 

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En ese año, un hombre llamado Shōjin, intentando emular a Kōbō Daishi, quiso llegar al estado de nyūjō enterrándose vivo.

Pero su intento no tuvo éxito ya que, cuando los discípulos de Shōjin fueron a recuperar su cuerpo, ya había comenzado a descomponerse.

Tuvieron que transcurrir casi dos siglos en los que se produjeron más de cien intentos similares, mejorando poco a poco la técnica de la automomificación.

Y es que el clima japonés no es el más adecuado para completar con éxito este proceso.

A diferencia de otros lugares como Egipto o Perú (donde se encuentran las famosas momias paracas), el clima de Japón es húmedo y los veranos calurosos.

El proceso de momificación en vida

Vamos a ver ahora los detalles del proceso de auto-momificación o momificación en vida.

La manera en la que algunos monjes conseguían convertirse en momias a través del ayuno en Japón es realmente fascinante.

La práctica de automomificación en vida se practicó en varios monasterios esotéricos budistas y taoistas de algunos países como Mongolia o Tailandia pero tuvo especial arraigo en Japón desde el siglo XV.

El auto sacrificio

Los monjes ascetas Shingon creían en que su sacrificio podía servir para ayudar a los demás.

El Cielo Tushita

La creencia Shingon afirma que el sufrimiento que vivían los monjes en proceso de automomificación sokushibutsu antes de la muerte les permitía ir al Cielo Tushita, uno de los cielos del budismo.

Pero, puesto que allí se mora en espíritu, es necesario que el cuerpo físico se mantenga en perfecto estado de conservación. De ahí la importancia de la momificación.

En el Cielo Tushita se disfruta de una vida extremadamente larga (millones de años) y, gracias a su cercanía con el mundo de los vivos, se pueden conceder deseos a los vivos y protegerlos antes de entrar de nuevo en el ciclo de la reencarnación.

Por ese motivo, los casos de automomificación se produjeron en épocas de hambrunas debidas a malas cosechas o cuando la región se vio azotada por alguna epidemia (ver más abajo el caso del monje Testumonkai del templo Churenji).

Por ello llevaban a cabo trabajos para la comunidad, como dar comida a los pobres, cuidar de los ancianos, o tratar a los enfermos.

Pero también creían que sus sacrificios podrían servir a la comunidad a través de medios espirituales. Una creencia que recuerda al chamanismo.

Un ejemplo conocido fue la automutilación del monje Tetsumonkai.

La dieta alimenticia mokujikigyō

Finalmente, tras décadas de intentos fallidos, un grupo de monjes budistas de la secta Shingon perfeccionaron una forma de momificarse a través de un riguroso entrenamiento ascético de al menos tres años antes de la muerte.

Dicho entrenamiento consistía en una estricta dieta llamada mokujikigyō (木食行, literalmente «la disciplina de comer árboles«), que ya se practicaba, con algunas pequeñas diferencias, en el shugendō de los monjes yamabushi del norte de Japón.

La dieta mokujikigyō consiste en la limitación de comer, durante mil días, solo aquellos alimentos no animales que pueden encontrarse en las montañas.

Aunque lo habitual suelen ser raíces, brotes germinados y frutos secos, se sabe que en ocasiones se ha llegado a ingerir incluso cortezas de los árboles y espinas de los pinos.

Según el shugendō, el tiempo no dedicado a encontrar comida en las montañas se dedicaba a meditación.

Esta dieta dotaba al yamabushi de mayor fortaleza espiritual, aunque también le permitía quemar la mayor parte de la grasa corporal.

De ese modo reducía enormemente también la masa muscular y se deshidrataba extraordinariamente, pero manteniendo en el cuerpo la flora intestinal.

Poco a poco la piel se pegaba más a los huesos y el cuerpo se convertía en un cadáver viviente.

El objetivo era preparar el cuerpo para evitar su descomposición tras la muerte.

Al menos 1.000 días

Tras finalizar los mil días con esta dieta, los practicantes ya se consideraban preparados espiritualmente para entrar en el estado de meditación nyūjō.

No obstante, la mayoría de los monjes que actualmente se conservan momificados llegaron a permanecer con esta dieta incluso dos mil y hasta tres mil días.

A partir de ese momento dejaban de comer totalmente y solo ingerían una limitada cantidad de agua salinizada durante cien días mientras meditaban sobre la salvación de la humanidad mientras esperaban el momento de la muerte.

La infusión urushi

Se cree que algunos de los monjes que llegaron a automomificarse bebieron no solo agua salinizada sino también una infusión de corteza de un arbusto llamado Toxicodendron verniculum,

Es la misma sustancia utilizada para los famosos lacados japoneses urushi.

La corteza de este arbusto contiene una sustancia venenosa al tacto hasta que se seca, por lo que solo podían usarla los artesanos expertos.

De ser cierto que bebían ese brebaje, la infusión urushi habría acelerado la muerte dejando el cuerpo aún más preparado para evitar la proliferación de bacterias que provocaran su descomposición.

Además, la infusión urushi provocaba vómitos haciendo que el cuerpo se deshidratara.

Automomificación en Japón: Shinnyokai Shōnin, momia japonesa Sokushinbutsu consagrada en el templo Dainichibo (Tsuruoka, Yamagata)
Automomificación en Japón: Shinnyokai Shōnin, momia Sokushinbutsu consagrada en el templo Dainichibo (Foto: akkamui212.blog86.fc2.com)

El agua del manantial sagrado del monte Yudono

Parece ser que los monjes de la prefectura de Yamagata registraron un mayor número de casos de éxito en comparación con los monjes de otras prefecturas.

Sobre todo aquellos que bebieron agua del manantial sagrado del monte Yudono durante el proceso de momificación.

Investigaciones recientes descubrieron que el agua de ese manantial presenta niveles de concentración de arsénico casi mortales.

El arsénico es un potente veneno que permanece en el cuerpo tras la muerte y que impide la proliferación de bacterias necrófagas, al igual que la infusión urushi, de la hablaré ahora.

Esperando a que la campanilla deje de sonar

El momento más siniestro del proceso comenzaba cuando el monje en proceso de momificación en vida sentía que la muerte se acercaba.

En ese momento avisaba a otros monjes, que le colocaban en posición de loto dentro de una caja de pino.

En ella situaban una caña de bambú que atravesaba la tapa para que el monje pudiera respirar.

Después enterraban vivo al monje situando dicha caja a tres metros de profundidad, en una cámara de piedra construida bajo tierra y que rellenaban con carbón.

Supuestamente el monje dedicaba sus últimas hora o días a meditar y entonar sutras mientras tocaba regularmente una campanilla para indicar que aún seguía vivo.

Cuando el resto de monjes dejaban de escuchar la campanilla preguntaban al devoto si aún seguía vivo.

Si no escuchaban respuesta, abrían la tumba para confirmar su muerte.

Inmediatamente retiraban la caña de bambú y volvían a enterrarlo sellando la tumba.

Tras otros mil días, volvía a desenterrarse el cuerpo para comprobar que no presentara síntomas de putrefacción.

Si el cuerpo se encontraba en perfecto estado, se le declaraba verdadero Sokushinbutsu y se consagraba en un lugar del templo para ser adorado como un Buda viviente.

En el caso de que estuviera pudriéndose, se celebraba un ritual especial en homenaje al monje por sus extraordinarios esfuerzos y se le enterraba finalmente.

¿Sabías qué?

En la novela «La Muerte del Comendador» de Haruki Murakami se hace referencia a las Sokushinbutsu.

La prohibición de la práctica de la momificación en vida

Durante siglos las religiones budista y sintoista (la religión originaria de Japón) convivieron y se mezclaron en lo que se conoce como sincretismo religioso.

Al comienzo de la restauración Meiji, en 1868, se declaró al budismo una religión separada del sintoismo.

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En ese momento el shugendō comenzó a censurarse, pues era considerado una superstición.

Ello chocaba con los modernos valores occidentales que el emperador quería introducir en Japón.

Por ello el emperador Meiji decidió prohibir la automomificación aprobando una ley que incluso prohibía abrir las tumbas de aquellos monjes que se encontraran en pleno proceso.

Un caso curioso

El famoso monje tuerto Tetsuryūkai (consagrado en el templo Nangakuji) decidió seguir adelante, de manera ilegal, con su proceso de automomificación en 1878, pues había estado preparándose durante años cuando se aprobó la ley.

Según cuenta la leyenda, consiguió llegar a Sokushinbutsu después de prohibirse, por lo que sus seguidores decidieron modificar el registro de fallecimiento señalando que había muerto en 1862, antes de la prohibición.

Sin embargo, parece ser que realmente no llegó a Sokushibutsu, como luego explicaré.

La última momia viva de Japón

Tras ser prohibida la práctica Sokushinbutusu , muchos de los monjes que se encontraban en pleno proceso lo abandonaron, muriendo por causas naturales.

Actualmente hay estatuas en varios templos de Japón con las que se les honra.

La última persona que se convirtió en Sokushinbutsu fue un monje llamado Bukkai.

Llegó a ese estado de manera ilegal, pues murió en 1903, más de treinta años después de que se prohibiera.

Aunque llegó al estado nyūjō en Yamagata, sus restos descansan actualmente en el templo Kannonji (観音寺, ver mapa), en la vecina prefectura de Niigata.

Sokushinbutsu, momias en Japón: Kanzeonji, ubicación de los restos de Bukkai
Foto: Jakub Hałun/CC BY-SA 4.0

Al final de este artículo puedes ver un vídeo documental sobre la extraña práctica del Sokushinbutsu.

Dato curioso: Sokushinbutsu en el anime

Se hace referencia a la figura de los Budas vivientes de Japón en la serie de anime Inuyasha, donde aparece Hakushin (白心), un Sokushinbutsu situado en el monte Hakurei (白霊山).

Hakushin (白心), un Sokushinbutsu situado en el monte Hakurei (白霊山)
Foto: Fandom.com

Templos con momias

Seguramente te estarás preguntando: ¿en qué sitios pueden verse momias Sokushinbutsu en Japón?

En la actualidad existen varios templos en Japón que guardan celosamente y con profunda devoción las pruebas de las Sokushinbutsu o «momias budistas».

La mayoría se encuentran en la fascinante región de Tōhoku.

Sokushinbutsu, momias de Japón: entrada del templo Dainichibo (Tsuruoka, Yamagata)

Sokushinbutsu, momias de Japón: llegando al templo Dainichibo (Tsuruoka, Yamagata). Tohoku.

Automomificación en Japón: Shinnyokai Shōnin, momia japonesa Sokushinbutsu consagrada en el templo Dainichibo (Tsuruoka, Yamagata)
Automomificación en Japón: Shinnyokai Shōnin, momia Sokushinbutsu consagrada en el templo Dainichibo (Foto: akkamui212.blog86.fc2.com)

Aquí hablamos de muchos de ellos: cómo son, dónde están y cómo se pueden visitar:

Templos de Japón que guardan momias Sokushinbutsu

Documental en video sobre el sokushinbutsu

Aquí puedes ver un interesante vídeo sobre esta práctica religiosa:

Libros sobre Sokushinbutsu

Lo cierto es que apenas existe bibliografía en español sobre el tema de las momias Sokushinbutsu (o no la conocemos).

Éstos son los libros que conocemos y que actualmente están a la venta:

¿Conoces algún otro buen libro sobre este tema tan interesante?

Descubre la cultura de Japón

La cultura japonesa es mucho más de lo que se muestra en televisión.

Aquí puedes descubrir muchos aspectos que seguramente desconoces:

Cultura japonesa: tradiciones, costumbres sociales, rituales y sociedad


Agradecemos a nuestro seguidor en Instagram the_haydee1101 su apunte sobre la novela «La Muerte del Comendador» de H. Murakami.

Artículo publicado el 21 de enero de 2019 y actualizado posteriormente para incluir la información más exacta. 

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Javi
Javihttps://japon-secreto.com
Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, soy blogger desde el año 2002. Me gusta mucho Japón y por eso exploro en profundidad tanto su geografía como su cultura. En Japón Secreto intento transmitir mi pasión por Japón y conseguir que más gente descubra todo lo que este país atesora y que he descubierto junto con Pilar a lo largo de 17 viajes al País del Sol Naciente. Hay mucho Japón por descubrir y quiero mostrarlo.
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    • Hola Claudia. Me alegra mucho que le haya gustado el artículo.
      Quise explicarlo sin juicios de valor porque respeto mucho las creencias religiosas y filosóficas de cada persona.
      Muchas gracias por su comentario.

  1. Chapó por el artículo, simplemente espectacular e interesante todo el tema del Sokushinbutsu!! Aunque vamos a Yamagata y no sé si podremos acceder a Yudonosan queremos ver la que se encuentra en Sakata‼️Saludos

    • Hola Damian. Muchas gracias por tu comentario. Me alegro mucho de que te haya gustado y, sobre todo, que viajéis hasta esa zona tan desconocida de Japón (donde supongo que también subiréis a la cima de Hagurosan).
      Sakata es un pueblo interesante.
      Recuerda que allí hay ¡dos momias!
      Es un viaje que no olvidaréis.
      Buen viaje 🙂

  2. Hola Javi !!! Soy Boliviana y radico en Japón hacen varios años … soy una amante empedernida de la naturaleza y sus misterios 😍 déjame decirte que este artículo se merece un premio 🥇 muy interesante, me perdí en el leyéndolo, es realmente excelente !!!!! Muchas felicidades por ese trabajo 👏👏👏👏 te cuento que estuve en Yamagata (Yonezawa) trabajando un mes en pleno invierno y realmente lo poco que conocí me dejó fascinada 😍 y ahora quiero ir a conocer las tres móntalas sagradas de Dewa !!! Muchas gracias por compartir con nosotros tu experiencia !!!!!!

    • Hola Iris.
      Muchas gracias por tus amables palabras. El mejor regalo que puedo recibir 😅.
      Este tema comenzó a interesarme hace unos años y no pude esperar más así que viajamos a esa zona en el verano de 2018 y realmente quedamos sorprendidos de todo lo que vimos.
      La región de Tohoku es extraña y desconocida, pero muy especialmente la prefectura de Yamagata.
      Espero que pronto puedas conocer las tres montañas sagradas de Dewa, pero ten mucho cuidado porque Gassan solo puede visitarse en verano y el clima al avanzar se vuelve duro.
      Muchísimas gracias por tomarte tiempo para escribir tu lindo mensaje.
      Te deseo mucha suerte en todo y si necesitas ayuda en tus viajes, contacta con nosotros y gustosos te ayudaremos: https://japon-secreto.com/contacto/
      Intentaremos publicar nuevos artículos sobre Tohoku, ya que aún tenemos mucho por contar.
      Un gusto saludarte

  3. Este blog está increíble. He visitado Japón dos veces y en la segunda di con algunos lugares poco comunes buscando en internet previamente por horas y horas, me encanta encontrar cosas así!!!

    Éste artículo me ha encantado, a pesar de que visitamos Koyasan no me enteré de nada de esto y por supuesto que queda anotado para el tercer viaje👌🏻

    Gracias por el trabajo de investigación!

    • Hola Valery

      Estamos encantados de que te haya gustado el artículo y nos alegra saber que nuestros artículos te servirán para descubrir más lugares del Japón oculto y con encanto.

      Muchas gracias de tomarte un momento para dejar tu opinión aquí. Me da mucha fuerza para seguir.

      Saludos

  4. Muchas gracias por compartirnos su excelente trabajo. Es prácticamente una topografía del Japón interno. Aprendí muchísimo con su investigación en terreno. En un futuro me encantaría conocer algún templo con un Sokushinbutsu. Excelente trabajo están realizando. Gambatte Kudasai!

    • Hola Edgardo

      Muchas gracias por su comentario. Nos da mucho ánimo para seguir.
      Deseamos que pueda descubrir estos lugares en persona muy pronto.
      De seguro no le defraudarán.
      Arigatou Gozaimasu

  5. Este es el post más extenso y detallado de cuantos he leído. Es una maravilla. ¿Puedo utilizar su información para un trabajo de la universidad citando sus nombres?
    Muchas gracias por su trabajo.
    Desde ya les sigo. Tienen una página web magnífica.

    • Hola Luis

      Muchas gracias por tu comentario.

      Dedicamos muchas muchas horas a documentarnos para realizar nuestro viaje y posteriormente para publicar este artículo.
      Es muy agradable saber que te gustó y por supuesto puedes tomar la información que necesites para tu trabajo. Agradecemos mucho que nos cites en él.

      Gracias por seguirnos

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