El tamagoyaki (卵焼き) es una de las preparaciones más populares y versátiles de la cocina japonesa.

Se trata de una tortilla enrollada elaborada con huevo batido, azúcar, salsa de soja y dashi, cocinada en capas finas dentro de una sartén rectangular llamada makiyakinabe o tamagoyaki-ki.
Su sabor es suave, ligeramente dulce y con un toque umami que la hace inconfundible.
Ya sea dulce o salado, el tamagoyaki es una muestra del arte japonés de transformar la simplicidad en perfección.
Dónde probar el mejor tamagoyaki
En Japón, el tamagoyaki se sirve en desayunos tradicionales, cajas bentō (fiambreras), sushi o como acompañamiento en comidas más elaboradas.
En los mercados, como Tsukiji en Tokio o Nishiki en Kioto, es común encontrar puestos que lo preparan al momento, ofreciendo una deliciosa muestra del Japón cotidiano.
Por lo tanto, si quieres probar esta tortilla japonesa, puedes hacerlo:
– En los mercados de pescado y puestos de comida callejera (yatai), donde se sirve recién hecho, jugoso y caliente.
– En restaurantes de sushi, especialmente en los de estilo Edo-mae, donde el tamagoyaki suele ser el último bocado del menú, símbolo de la técnica del chef.
– En ryokan (posadas tradicionales), como parte del desayuno japonés, acompañado de arroz, sopa miso y encurtidos.
Un clásico simple pero lleno de técnica
Aunque parece sencillo, lograr un tamagoyaki perfecto requiere habilidad.
Cada capa debe cocinarse a la temperatura exacta y enrollarse sin romperse, logrando una textura esponjosa y uniforme.
Para ello, se cocina utilizando palillos (hashi).