Los castillos japoneses (城, shiro) son el mayor vestigio de lo que fue el Japón feudal y la era de los legendarios guerreros samurái.
Estas imponentes fortalezas, construidas entre los siglos XV y XVII, no solo fueron estratégicos bastiones militares, sino también el hogar de poderosos señores feudales (daimyō).
Hoy en día, los castillos japoneses son destinos imprescindibles para los amantes de la historia, la arquitectura y la cultura tradicional.
Descubre los castillos de Japón
Desde el icónico Castillo de Himeji, con su imponente silueta blanca, hasta el Castillo de Matsumoto, con su elegante estructura negra, cada castillo cuenta una historia fascinante que merece ser descubierta.
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Los castillos de Japón son mucho más que estructuras antiguas; son testigos de batallas épicas, intrigas feudales y el esplendor de la cultura samurái.
Si estás planeando un viaje a Japón y quieres sumergirte en su pasado feudal, aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre los castillos japoneses, sus características únicas y los mejores para visitar.
Historia de los castillos Japoneses: más que fortalezas
Los primeros castillos en Japón surgieron como simples fortificaciones de madera durante el período Heian (794-1185).
Sin embargo, durante el período Sengoku (1467-1603), los castillos se convirtieron en fortalezas avanzadas con muros de piedra, torres de vigilancia y complejas defensas.
En esa época, Japón estaba formada por numerosos pequeños estados independientes que luchaban entre sí en constantes guerras entre clanes.
Los castillos construidos en el período Sengoku eran pequeñas fortificaciones con fines defensivos habitualmente situadas en la cima de montes.
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Con la llegada del shogunato Tokugawa (1603-1868), la paz permitió que algunos castillos evolucionaran hacia palacios señoriales, convirtiéndose en símbolos de poder y refinamiento.
En la segunda mitad del siglo XVI, Nobunaga Oda restableció la autoridad central en Japón y su sucesor, Hideyoshi Toyotomi, completó la reunificación de Japón.
En esa época se construyeron muchos castillos de gran tamaño por todo Japón, generalmente en llanuras o en pequeñas colinas.
Se utilizaron como sede administrativa y militar de la región y como símbolo de autoridad, convirtiéndose en los centros de las ciudadelas o ciudades fortificadas.
Tras el fin de la época feudal, con la llegada de la Restauración Meiji (1868), muchos castillos fueron destruidos por ser considerados recuerdos indeseables del vergonzoso pasado de Japón.
En ese momento, Japón miraba hacia Occidente y su desarrollo.
Muchos otros castillos quedaron destruidos a causa de los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial.
Desde entonces, solo una docena de castillos permanecen en pie o, al menos, su torre principal se mantiene original, sin ser una reconstrucción.
El resto de castillos que pueden visitarse actualmente en Japón son reconstrucciones llevadas a cabo en las últimas décadas.
En algunas de ellas no se ha respetado en absoluto la arquitectura tradicional, utilizándose materiales como el acero y el hormigón, e incluso añadiendo elementos modernos como elevadores.
Tal es el caso del castillo de Osaka.
Castillos originales de Japón
Los castillos de Japón generalmente se denominan como el lugar en el que se encuentran, seguido del sufijo -jō (城, castillo). Por ejemplo, el de Himeji allí lo llaman Himeji-jō.
En la actualidad hay solo 12 castillos en Japón que permanecen en pie tal y como eran en su origen, sin ser una reconstrucción y sin sufrir alteraciones en su estructura. Son:
- Himeji
- Matsumoto
- Matsuyama
- Bitchu-Matsuyama
- Matsue
- Hikone
- Hirosaki
- Inuyama
- Kochi
- Marugame
- Maruoka
- Uwajima
Los castillos más impresionantes de Japón
Si visitas Japón, estos son algunos de los castillos que no te puedes perder:
Himeji
Ubicado en la prefectura de Hyōgo, el castillo de Himeji (姫路城) es el mejor conservado de Japón y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Además es, indiscutiblemente, el castillo más bonito de Japón.
Su elegante color blanco le ha valido el apodo de «Castillo de la Garza Blanca».
Matsumoto
Conocido como el «Castillo del Cuervo» por su distintiva fachada negra, el castillo de Matsumoto (松本城) ofrece una vista impresionante de los Alpes japoneses y un interior con auténticas estructuras de madera.
Guía del castillo de Matsumoto
Su torre principal de cinco pisos, levantada a finales del siglo XVI, es la más antigua de Japón.
Osaka
El castillo de Osaka (大阪城) es el más visitado de Japón, aunque no es original.
De hecho, está reconstruido con cementos y cuenta incluso con ascensor).
Construido por Hideyoshi Toyotomi en el siglo XVI, el castillo de Osaka es famoso por su papel en la unificación de Japón.
Actualmente, su interior alberga un museo interactivo sobre la historia samurái.
Kumamoto
El castillo de Kumamoto (熊本城) es uno de los castillos más imponentes y grandes de Japón, con enormes murallas de piedra construidas de una manera peculiar.
Aunque sufrió daños en el terremoto de 2016, sigue siendo un símbolo de resistencia y belleza.
Inuyama
El castillo de Inuyama (犬山城) es uno de los más pequeños de Japón aunque también uno de los más interesantes.
Puedes subir a lo alto de su torre principal, desde donde disfrutas de unas vistas espectaculares.
Es también, junto con el de Himeji, uno de los más bonitos durante el florecimiento de los cerezos, generalmente a comienzos de abril.
Castillo de Shuri
El Castillo de Shuri (首里城), conocido en el idioma okinawense como sui ugusiku, es una fortaleza tradicional de la cultura Ryūkyū situada en la isla principal de Okinawa, cerca de Naha.
Quedó completamente destruido durante la Segunda Guerra Mundial y completamente reconstruido en 1992.
En 2019, un incendio devastó gran parte del edificio principal y actualmente se encuentra en proceso de ser restaurado nuevamente, con planes de concluir las obras en 2026.
Hikone
Uno de los pocos castillos originales que aún conservan todas sus estructuras principales.
El castillo de Hikone es conocido tanto por su bella arquitectura como por sus alrededores, cubiertos de cerezos y con unas vistas increíbles del lago Biwa.
Nijo
El castillo de Nijo (二条城) es la fortaleza de la ciudad de Kioto.
Destaca por su estilo arquitectónico, la belleza de sus jardines y edificios, y por sus enigmáticos «suelos de ruiseñor».
Además es de muy fácil acceso porque se encuentra cerca de la estación de Kioto.
Aizu Wakamatsu
Aizu Wakamatsu es conocida como «la ciudad samurái», ya que cuenta con numerosos vestigios bien conservados de la historia de esos famosos guerreros feudales.
Por ello, visitar el castillo de Aizu Wakamatsu es solo una parte de lo mucho que puedes descubrir y disfrutar de esta ciudad de la norteña región de Tohoku.
Matsuyama
El castillo de Matsuyama es uno de los doce originales de Japón.
Se mantuvo milagrosamente intacto desde 1868, a pesar de las numerosas batallas y guerras que se libraron en Japón.
Se encuentra situado sobre la ciudad y ofrece una maravillosa vista de la ciudad y del Mar Interior de Seto.
Kanazawa
El castillo de Kanazawa (金沢城) se encuentra dentro de un gran parque en el centro de la ciudad y es accesible desde muchos lados diferentes.
No es la atracción principal de la ciudad pero vale la pena visitarlo de camino al famoso jardín Kenrokuen.
Ueda
Del histórico castillo de Ueda (上田城) hoy en día solo quedan en pie, en lo alto de la ciudad, los muros de piedra, sus tres torreones y la torre de la puerta este.
Es un castillo muy popular por su historia, ya que resistió dos veces al poderoso clan Tokugawa.
Es muy visitado en otoño por la belleza de los colores de los arces en sus terrenos.
Kawagoe
Kawagoe, conocida como «la pequeña Edo» es una ciudad muy turística cercana a Tokio.
Además de sus calles históricas, cuenta con Honmaru Goten (本丸御殿), el único edificio que queda en pie del castillo de Kawagoe.
Vale mucho la pena visitar su interior.
Marugame
El castillo de Marugame (丸亀城) fue construido hace 400 años y es considerado uno de los 100 mejores castillos japoneses por sus altos muros y su especial belleza.
El Marugame Oshiro Matsuri o Festival del Castillo de Marugame se celebra los días 3 y 4 de mayo es el evento más importante del año en Marugame y festeja el final de los trabajos de reparación de la estancia que se encuentra en lo más alto de la torre del castillo.
Nagoya
El Castillo de Nagoya es el monumento histórico más famoso de la ciudad.
Fue destruido casi por completo por los bombardeos de mayo de 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, y reconstruido en 1959 con una apariencia de hormigón, con las tecnologías de la época.
En marzo de 2017, la municipalidad de Nagoya anunció un presupuesto de 50 mil millones de yenes para realizar profundas obras de renovación del torreón principal, que implicaron el desmantelamiento y la reconstrucción en madera, al estilo tradicional.
Estructuras de los castillos y ciudadelas de Japón
Generalmente los castillos en Japón están construidos con una planta en forma de círculos defensivos. Al menos dos:
- Honmaru (本丸, círculo principal): situado en el centro. En él se construía la torre principal.
- Ninomaru (二の丸, círculo secundario): donde solía estar el palacio de los señores feudales.
En la ciudad que rodeaba el castillo vivían los samuráis, más cerca del castillo cuanto mayor era su rango.
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Los artesanos y comerciantes vivían en barrios separados, mientras que los templos y los lugares de entretenimiento para adultos solían estar fuera de la ciudad.
En sus orígenes, Tokio y Kanazawa fueron ciudades fortificadas y distribuidas con la estructura antes descrita.
Características arquitectónicas únicas de los castillos japoneses
A diferencia de los castillos europeos, los castillos japoneses tienen una estética más ligera y elegante al combinar en su construcción materiales como la madera, el yeso y la piedra.
Sus principales características incluyen:
Torre principal (tenshukaku, 天守閣)
Es la estructura más alta y fortificada del castillo, desde donde los señores feudales podían vigilar los alrededores.
Generalmente tienen de dos a cinco pisos aunque en su interior suele haber más pisos de lo que se percibe en el exterior.
Torretas de vigilancia (yagura, 櫓)
Habitualmente situadas en las esquinas de la muralla del castillo, sirven también como almacenes.
Son mucho más pequeñas que la torre principal del castillo y generalmente son de dos pisos.
Palacio (goten, 御殿)
El palacio alberga la residencia y las oficinas del señor.
La mayoría de los castillos han perdido su palacio con el tiempo.
Un raro ejemplo que aún se conserva original es el Palacio Ninomaru del Castillo de Nijo.
Hay algunos pocos castillos en los que puedes visitar sus palacios, aunque son reconstrucciones. Son los de Kumamoto, Hikone y Nagoya.
Jardines y casas de té
Muchos castillos, como el de Kanazawa, cuentan con jardines paisajísticos en sus terrenos interiores para disfrute de los daimyo que habitaban en ellos.
También eran habituales las pequeñas salas para la famosa ceremonia tradicional del té.
Muros de piedra (ishigaki, 石垣)
Eran construidos con técnicas avanzadas para resistir terremotos y ataques enemigos.
Los más curiosos son los del castillo de Kumamoto, famoso precisamente por sus bellos muros de piedra.
Dichos muros tienen una inclinación mayor en la parte superior, para dificultar más aún a los enemigos que escalaran por ellos.
Además, están hechos con piedras de distintos ángulos, de ahí que reciban el nombre de niyō no ishigaki (二様の石垣, «muros de piedra de dos tipos«).
Fosos y puentes levadizos (horikiri, 堀切)
Diseñados para dificultar el acceso de los invasores.
Varios anillos de murallas y fosos sirven como principal medida defensiva de los castillos.
El Castillo de Osaka y el antiguo Castillo de Edo (actual Palacio Imperial de Tokio) ofrecen los ejemplos más impresionantes.
Grandes puertas de acceso (mon, 門)
Los castillos cuentan con varias puertas de entrada bien defendidas, construidas con gruesos troncos de madera y hierro para resistir asedios.
La puerta típica de un castillo consta de dos puertas, dispuestas en un ángulo de 90 grados entre sí, creando un pequeño patio interior fuertemente defendido por todos lados.
Consejos para visitar los castillos japoneses
Si quieres disfrutar al máximo de tu experiencia en los castillos de Japón, ten en cuenta estas recomendaciones:
- Visita en primavera o otoño: los castillos rodeados de cerezos en flor o con el follaje otoñal ofrecen un espectáculo inolvidable.
- Usa calcetines en buen estado: muchos castillos requieren que camines descalzo en sus interiores.
- No entorpezcas: asegúrate de estar en buen estado físico, ya que es habitual tener que subir empinadas escaleras de madera.
- Consulta los horarios y tarifas: algunos castillos tienen horarios específicos y tarifas de entrada. Además, algunos ofrecen visitas guiadas en inglés.
- Explora los alrededores: muchos castillos tienen parques, santuarios y museos cercanos que enriquecen la visita.