Las fūrin (風鈴), conocidas también como campanillas japonesas, son uno de los símbolos más representativos del verano en Japón.
Estas pequeñas campanas de viento, generalmente hechas de vidrio o metal, emiten un sonido delicado y refrescante cuando el viento las hace sonar.
En la cultura japonesa, las furin son un amuleto que se cree trae frescura y calma durante los calurosos días de verano, además de ahuyentar los malos espíritus.
Origen y tradición de las fūrin
El origen de las fūrin se remonta a la época Heian (794-1185), donde se creía que su sonido ayudaba a disipar el calor y las malas energías.
Originalmente, estas campanas eran fabricadas en templos y santuarios como parte de rituales budistas.
Hoy en día, se pueden encontrar en diversas formas, tamaños y diseños, y son un artículo popular en tiendas de souvenirs, especialmente durante el Obon, una festividad que honra a los espíritus de los ancestros.
Cómo funcionan las furin
Las fūrin están compuestas principalmente por dos partes: una campana suspendida y un tanzaku (短冊), una tira de papel o madera donde se escriben deseos o mensajes.
Cuando el viento sopla, el tanzaku mueve la campana, lo que produce un sonido claro y suave, conocido como el «sonido del viento» (風の音, かぜのおと).
Este sonido es considerado muy relajante y a menudo se asocia con momentos de tranquilidad y contemplación en la cultura japonesa.
Tipos de fūrin o campanillas de viento japonesas
Existen diferentes tipos de fūrin, dependiendo de los materiales y el diseño.
Las más comunes son las fūrin de vidrio (ガラス風鈴), que tienen un sonido más nítido y cristalino, y las de metal (銅風鈴), que producen un sonido más grave.
Además, hay fūrin pintadas (絵風鈴), decoradas con hermosos diseños tradicionales japoneses como flores de cerezo, paisajes naturales o animales.
Las campanillas de viento y su importancia cultural
En Japón, el sonido de las fūrin se asocia a la calma y la serenidad, evocando recuerdos de veranos pasados y creando una atmósfera de relajación.
Durante el festival de Tanabata, las fūrin son un elemento común, ya que se cree que los deseos escritos en los tanzaku alcanzan a los dioses cuando el viento las mueve.
Cómo se coloca una furin
Si deseas agregar una campanilla de viento japonesa a tu hogar, es importante elegir un lugar adecuado donde el viento pueda pasar sin dificultad.
Muchos japoneses las cuelgan cerca de las ventanas, en los jardines o incluso en los balcones, para aprovechar al máximo su sonido relajante.
Se recomienda que elijas una fūrin que tenga un diseño que resuene contigo y con la atmósfera que deseas crear en tu hogar.
Conclusión
Las fūrin no son solo un adorno decorativo, sino que tienen un profundo significado cultural en Japón.
Además de su función estética, su sonido y su conexión con las tradiciones japonesas las convierten en un elemento esencial para experimentar la belleza del verano japonés.
Si estás buscando una manera de incorporar un toque de calma y frescura en tu vida, no dudes en agregar una furin a tu hogar.
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