Al amanecer del 6 de agosto de 1945
Eran las 08:15 (hora local) del 6 de Agosto de 1945.
El Enola Gay, un bombardero norteamericano, sobrevolaba la ciudad japonesa de Hiroshima.
En ese momento, arroja la primera bomba atómica de la historia, la tristemente conocida Little Boy sobre la ciudad.
Hiroshima quedó destruida en unos pocos segundos
Casas y edificios se derrumbaron como castillos de naipes. La temperatura, en el centro de la explosión, fue capaz de fundir los objetos de metal y los cuerpos de los transeúntes, que se vaporizaron, dejando algunos pocos rastros en forma de sombra.
En unos pocos segundos, la ciudad entera quedó arrasada y convertida en cenizas y escombros.
Los supervivientes que quedaron bajo los escombros, murieron al poco tiempo a causa de las heridas. La piel de muchos quemados quedó derretida.
Un horror aún peor aguardaba los supervivientes
Pero lo peor se descubrió apenas 24 horas después de la explosión: numerosísimos heridos comenzaron a presentar heridas que no cicatrizaban. Posteriormente, acabaron muriendo de cáncer.
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Cerca de 80.000 personas perdieron al vida al instante y, a finales de 1945, la cifra de muertos se elevaba a unos 140.000, aunque fueron muchas más las víctimas por las radiaciones en los años posteriores.
Las siguientes generaciones de nacidos empezaron a presentar malformaciones fruto de las mutaciones provocadas por la radiación atómica.
El Museo Conmemorativo de la Paz, levantado en 1955, muestra todos estos horrores para enseñanza y vergüenza de los que nos consideramos seres humanos.
El Domo (ドーム), el único edificio que resistió
Una de las pocas edificaciones que resistió el ataque fue edificio municipal para la promoción de la industria regional. conocido como «Domo» por su cúpula redonda.
En la actualidad, los restos de este edificio se mantienen tal y como quedaron la mañana del 6 de agosto de 1945.
El Domo de Hiroshima, convertido en Monumento por la Paz, nos recuerda el horror de la guerra.
Por desgracia, el horror de la bomba atómica no se detuvo en Hiroshima. Tres días después, la ciudad de Nagasaki sufría un ataque similar, provocando 74.000 muertos más y la rendición incondicional de Japón.
Hiroshima, nunca más
Hoy, los japoneses, y el resto del mundo, rezamos para que nunca más vuelva a suceder algo así, y para que los seres humanos sigamos conviviendo en paz, respetando las culturas y los pueblos, y superando los odios y la ignorancia.
Homenaje solemne a las víctimas
En Hiroshima se ha recordado hoy el triste aniversario del lanzamiento de la primera bomba atómica con un llamamiento al desarme nuclear, en una ceremonia en la que, por primera vez, ha participado oficialmente Estados Unidos y un secretario general de Naciones Unidas.
Además del embajador de Estados Unidos en Japón, John Ross, al aniversario han asistido, también por vez primera, representantes del Reino Unido y Francia, aliados en la II Guerra Mundial y hoy potencias nucleares, así como el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, con diplomáticos de otros 70 países.
A la misma hora en la que se arrojó la bomba, un intenso silencio se ha hecho entre las 55.000 personas que, según la agencia local Kyodo, se congregaron en el Parque de la Paz de Hiroshima.
Ante un público que incluía al primer ministro nipón, el alcalde de Hiroshima ha rendido homenaje a los muertos y a los hibakusha, supervivientes del desastre atómico, que «sin entender la razón, se vieron envueltos en un infierno más allá de sus peores pesadillas».
Actualmente se especula con la posibilidad de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visite Hiroshima en noviembre de este año aunque, según un portavoz de la Casa Blanca, por ahora, una visita a la ciudad que EEUU arrasó en 1945 no entra en los planes del presidente demócrata.
El único superviviente de aquel vuelo del Enola Gay, sigue pensando que lo volvería a hacer…
Así vimos nosotros el Domo de Hiroshima en 2008: